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Esperanza

Cuando la tormenta pase

y se amansen los caminos,

y seamos sobrevivientes

de un naufragio colectivo.

 

Con el corazón lloroso

y el destino bendecido

nos sentiremos dichosos

tan sólo por estar vivos.

 

Y le daremos un abrazo

al primer desconocido

y alabaremos la suerte

de conservar un amigo.

 

Y entonces recordaremos

todo aquello que perdimos

de una vez aprenderemos

todo lo que no aprendimos.

 

Y no tendremos envidia

pues todos habrán sufrido.

Y no tendremos desidia

Seremos más compasivos.

 

Valdrá más lo que es de todos,

que lo jamás conseguido.

Seremos más generosos,

y mucho más comprometidos.

 

Entenderemos lo frágil

que significa estar vivos.

Sudaremos empatía

por quien está y quien se ha ido.

 

Extrañaremos al viejo

que pedía un peso en el mercado,

que no supimos su nombre

y siempre estuvo a tu lado.

 

Y quizás el viejo pobre

era tu Dios disfrazado.

Nunca preguntaste el nombre

porque estabas apurado.

 

Y todo será un milagro

y todo será un legado.

Y se respetará la vida,

la vida que hemos ganado.

 

Cuando la tormenta pase

te pido Dios, apenado,

que nos devuelvas mejores,

como nos habías soñado.

 

Alexis Valdés.

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